El boom de los créditos hipotecarios nominados en UVAs se apoya en el atractivo imbatible de asimilar la cuota a la de un alquiler, por eso superó los 65.000 millones de pesos en 2017 y promete romper ese récord este año. Pero tiene un signo de interrogación que pesa sobre cada uno de los tomadores de deuda en unidades indexadas por inflación: ¿qué pasa si la inflación se descontrola?

El plan, que hoy está en plena discusión con los bancos y con legisladores de la oposición -porque debería pasar por el Congreso-, consiste en que cada uno de los tomadores de créditos hipotecarios UVA pague un seguro equivalente al 3% de la prima o cuota a pagar.

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La idea es que el aporte del 3% de cada uno de los tomadores vaya conformando un fondo que administraría el Estado en conjunto con los bancos y que respondería por todos los créditos en una situación de crisis sistémica, explicó una alta fuente del Gobierno a LA NACION.

El plan del Gobierno es que mientras que esas dos variables no evolucionen con una diferencia superior al 10%, el ajuste lo tenga que enfrentar el tomador del crédito. Pero si el descalce entre las dos variables es de entre el 10 y el 20%, la compensación quedaría a cargo de los bancos.

La propuesta tiene como actor central al Gobierno, porque el 30% de los créditos hipotecarios que se dieron el año pasado pertenecen a la línea Pro.Cre.Ar y la expectativa de la Secretaría de Vivienda es mantener esa tasa de participación este año.

El problema es que los inversores son más exigentes que los tomadores de crédito. Así como los deudores -sin otra alternativa para la casa propia- adoptaron masivamente las hipotecas indexadas por inflación, los acreedores exigen para comprar esos créditos en forma de títulos algún nivel de cobertura ante el riesgo de una crisis sistémica.

Por eso el Congreso tendrá un rol central en la concreción de este plan. La posibilidad de que se concrete este modelo está incluída dentro de la Ley de Mercado de Capitales que presentó el Gobierno en el Congreso y que pretende que se apruebe este año.

La oposición ya tomó nota del asunto y el legislador Marco Lavagna prepara su propio proyecto de cobertura. La idea del legislador massista es que se destine un monto de las reservas que tiene el Banco Central a conformar un fondo que funcione como respaldo ante un impago masivo de los créditos UVA.

De la posibilidad de que se puedan securitizar los créditos dependerá que el fenómeno de los hipotecarios siga vigente.